domingo, 22 de marzo de 2015

#5

Este poema va para los humanos
que se quedaron callados ante el amor
de su vida.
sabiendo que el tiempo cruel que gira alocado
en la pequeña esfera de cristal se deshace
como un trozo de pan en la boca de una paloma

que es mortal el segundo que se anuda en tu garganta
y esas palabras mueren como uno
y la fugaz lengua deja pasar el momento
oxidando el cuerpo y el alma
y en esos años pensarse eterno
aunque la vida no dure más de
ciento cincuenta años,
en la época actual.
Tal vez algún día
convertidos en máquinas
nos sobren los minutos
pero,
no sabemos
si hemos de amar.
aunque el engranaje del corazón
se retuerza mil veces
en las entrañas viscosas
de nosotros, miserables
y las correas que por labios
balbucean nombres...
no nos queda claro
si en esta eternidad
tan descarada
seremos valientes
para anunciar
lo que palpita
en el fondo
de nuestro
cerebro.
y la consecuencia
nos estanque en
el olvido
y su voz
y su cuerpo
y su esencia
nos abandone
y la muerte
nos encuentre
vacíos
convertidos
en viejos
pisapapeles.
y el amor
se halle
en el
principio,
cuando
no había:
.
Leandro Yñiguez 22/02/2015

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